- En relación con la formación sanitaria especializada (FSE) exigimos al Ministerio de Sanidad que paralice el formato telemático que ha estipulado para la elección de plazas MIR a los aspirantes en la convocatoria de este año, ya que el no permitir una elección en tiempo real evitará elegir en condiciones justas y de igualdad y favorecerá que muchas de las plazas se queden vacantes, especialmente las de Medicina Familiar y Comunitaria al ser éstas mucho más numerosas.
- Por otra parte aplaudimos la decisión del SESCAM de ofrecer este año contratos durante 2 años a los Jóvenes Médicos de Familia así como a otros especialistas que han acabado este año su formación. La apuesta por el capital humano que se ha formado en nuestra comunidad mediante contratos dignos, estables y duraderos es la forma más segura para retener laboralmente a dichos profesionales en nuestra comunidad y así mismo asegurar una asistencia de calidad a la población basada en la longitudinalidad como valor primordial en Atención Primaria.
- Rechazamos el punto 8 de las instrucciones publicadas por la Dirección General de Atención Primaria el pasado 24 de mayo donde se especifica: “En Atención Primaria no debe de haber lista de espera, en base a esta premisa las agendas deben configurarse adaptándose a la realidad asistencial de cada profesional. Las gerencias harán un seguimiento periódico de las agendas con demoras, para evitar que se produzcan retrasos injustificados en la atención”
- Compartimos que en Atención Primaria no deben existir lista de espera, pero nunca a costa de los profesionales que en muchos de los casos se encuentran desbordados por agendas enormes que se unen a ausencias de profesionales no cubiertas, lo que dificulta resolver la demanda no urgente del día a día.
- Por ello consideramos que esta responsabilidad debe de recaer sobre los gestores de personal que son quienes deben de velar por reorganizar y reforzar con el personal sanitario preciso para ajustar los cupos a un número de tarjetas sanitarias que no debería exceder las 1.500 por médico de familia, lo que permitiría ajustar las agendas a la demanda existente, así como asegurar cubrir las ausencias que se produzcan.
- Consideramos que culpabilizar a los profesionales sanitarios de las listas de espera no deja de ser otro ataque a la profesionalidad de los mismos. Y sentimos pena de que nuestros gestores no apoyen el esfuerzo que se está haciendo especialmente en este último año con la situación de pandemia COVID:
Junta Directiva SCAMFYC.