Mindfulness: más allá de una herramienta terapéutica para los profesionales sanitarios

El término mindfulness no tiene traducción exacta en castellano. Es una palabra inglesa empleada para traducir “sati”, un término del idioma pali que denota conciencia, atención y recuerdo. Basándonos en la definición de Jon Kabat-Zinn, investigador pionero en la aplicación de mindfulness en Occidente, se define como la habilidad de “prestar atención de manera intencional al momento presente sin juzgar”(1). 

A medida que se ha ido extendiendo el estudio, la investigación y la práctica del mindfulness en occidente, diversos autores han propuesto diferentes enfoques de esta definición, que tienen 4 elementos en común: (2)

  1. Atención al presente. Se trata de enfocar nuestra atención intencionadamente a las sensaciones corporales, emociones, pensamientos y fenómenos externos mientras ocurren, dejando que cada experiencia sea vivida en el mismo momento en que ocurre, aquí y ahora.
  2. Aceptación. Se entiende como la actitud de ser consciente de las circunstancias tal cual son, sin juzgarlas, sin valorarlas ni intentar cambiarlas, eligiendo cómo reaccionamos a lo que nos pasa. 
  3. Apertura a la experiencia: observar y experimentar lo que sucede y se siente, con una actitud de curiosidad, apertura y receptividad, libre de nuestros filtros y expectativas basadas en experiencias previas.
  4. Intencionalidad: Se trata de elegir qué observar, poniendo la atención intencionadamente en un elemento y volviendo al mismo sistemáticamente con fluidez cuando hay distracciones.

De esta manera, con la práctica de mindfulness se pueden adquirir ciertos beneficios como una mejora en el control de la atención, una mayor capacidad de regulación emocional y una transformación de la autoconsciencia, que incluiría una mayor conciencia del cuerpo y una mayor ecuanimidad (4)

 

¿Y cómo se pueden adquirir estos beneficios?

En cuanto al modo de practicar mindfulness, éste se divide principalmente en dos tipos: de manera formal o informal. Además, podemos practicarlo tanto por cuenta propia (utilizando audios, videos, aplicaciones de móvil, etc.) como con la ayuda de un profesional.

La práctica formal se trata de realizar ejercicios basados en focalizar la atención en un elemento como puede ser la respiración, el cuerpo, imágenes, sonidos, etc.., dedicando un tiempo concreto y en una postura determinada. Sin embargo, el objetivo del mindfulness no es solo mantener la atención plena cuando estamos haciendo una práctica formal, sino durante todo el tiempo posible en nuestra vida diaria. Para ello también es recomendable la práctica informal, que consiste en aplicar las habilidades mindfulness en cualquier actividad cotidiana (por ejemplo mientras estamos comiendo, paseando, aseándonos, etc.) o mientras estamos en nuestra actividad laboral.

Si estamos interesados en comenzar a practicar mindfulness de una manera estructurada y sistemática, se recomienda el acompañamiento inicial de un profesional, mediante programas estandarizados, que han demostrado eficacia mediante evidencia científica. Todos estos programas se basan en diferentes técnicas adaptadas de la tradición budista, que incluyen aspectos cognitivos (meditación) y diferentes ejercicios de concentración en la respiración o sensaciones corporales (escaneo corporal o body-scan). Algunos de estos programas de intervención basados en mindfulness son el Programa de reducción del estrés basado en mindfulness (Mindfulness-Based Stress Reduction, MBSR) que ha demostrando su utilidad para ayudar a sobrellevar mejor el estrés, las enfermedades crónicas y el dolor (5); la Terapia cognitiva basada en el mindfulness (Mindfulness-Based Cognitive Therapy, MBCT), orientada a la prevención de recaídas en la depresión (6)  o el Programa de prevención de recaídas basado en Mindfulness (Mindfulness based Relapse Prevention, MBRP) para disminuir la probabilidad y gravedad de las recaídas en pacientes con trastornos por consumo de sustancias (7).

¿Cómo pueden beneficiarse de la práctica del mindfulness los pacientes?:

Las intervenciones basadas en mindfulness han demostrado utilidad en pacientes con estrés, dolor crónico, depresión, trastornos de ansiedad y en el trastorno de consumo de sustancias. Además, los beneficios del mindfulness han resultado ser efectivos en (3, 8):

  • Prevenir conductas suicidas.
  • Disminuir conductas agresivas en pacientes con retraso mental y enfermedades psiquiátricas.
  • Disminuir el malestar psicológico y aumentar el bienestar en pacientes con artritis reumatoide.
  • Mejorar el dolor, la calidad de vida y síntomas de ansiedad y depresión en fibromialgia.
  • Mejorar las habilidades de regulación emocional en pacientes con trastornos de la conducta alimentaria.

Estas intervenciones no sólo suponen un complemento terapéutico, si no también preventivo, ya que favorecen el incremento de la calidad de vida en población sana (2), teniendo en cuenta que es importante el compromiso activo de practicar de una manera habitual  (3).

¿Cómo nos puede ayudar la práctica del mindfulness a los profesionales de la salud? 

La atención sanitaria no sólo se basa en la aplicación de los conocimientos científicos por parte de los profesionales sanitarios. También se basa en la relación humana que se establece con los pacientes, en la cual influye el nivel de conciencia y atención que tiene el profesional en ese encuentro.

El cúmulo de situaciones estresantes a las que los profesionales sanitarios estamos expuestos de manera constante, puede producir una serie de consecuencias graves tanto en la salud física como psicológica. Esto se produce cuando abordamos esas situaciones mediante un afrontamiento basado en el control y evitación de los pensamientos y sentimientos negativos, en lugar de emplear un modelo de afrontamiento basado en la aceptación de tales condiciones (9).

Por ello, es recomendable desarrollar la introspección, que consiste en poder darse cuenta de los pensamientos y sentimientos que se generan en la relación con los pacientes y de cómo nuestra conducta como profesionales se ve, a menudo, afectada por ellos (3). Hay estudios en profesionales sanitarios que confirman que la práctica de  técnicas basadas en mindfulness aumentan el nivel de introspección y disminuyen la tendencia a cargar con las emociones negativas de los demás (10)

Son múltiples los beneficios que nos aporta la práctica del mindfulness a los profesionales sanitarios. Entre ellos, los que más se han investigado son en relación al estrés y la empatía. Por un lado, se ha comprobado la eficacia en la reducción de los niveles de estrés y ansiedad, que se asocia además a un aumento en la calidad del cuidado que se le aporta a los pacientes y la satisfacción por parte de los mismos (11,12). En concreto, en un estudio con médicos de Atención Primaria, se revela que las técnicas de meditación que promueven el desarrollo de la conciencia plena pueden ser un recurso terapéutico efectivo para reducir, prevenir y/o paliar los niveles de estrés y ansiedad, aunque requieren un compromiso activo por su parte en su práctica regular (13). Por otro lado, el Programa de reducción del estrés basado en mindfulness (MBSR) también incrementa los niveles de empatía, además de producir mejoras en la sintomatología asociada al burnout, ansiedad y depresión en los profesionales (14).

Además, cuando los profesionales sanitarios practicamos mindfulness, no sólo mejora nuestra calidad de vida, sino que los pacientes también pueden obtener beneficios indirectos de esta práctica. Pueden mejorar no solo el pronóstico clínico en aspectos evaluados por el propio profesional, sino también el pronóstico valorado por los propios pacientes con problemas como ansiedad, somatización, ira/hostilidad, fobias y obsesividad (15,16)

Además del trabajo personal, la prevención del estrés y la ansiedad en el personal sanitario requiere mejorar las condiciones laborales e institucionales del puesto de trabajo para que puedan abordar de una forma eficaz su labor profesional (17)

¿Cómo se puede fomentar la práctica del mindfulness en los profesionales sanitarios?

Además de la práctica individual, podría ser recomendable su oferta dentro de los sistemas de formación de los profesionales sanitarios (18). Los profesionales de la salud son más propensos a participar en programas de bienestar, incluido el mindfulness, cuando se les ofrece, informando adecuadamente de la mejora que puede suponer en el bienestar global (19), por lo que se puede apoyar y fomentar proyectos de ayuda a la gestión del estrés y el autocuidado mediante programas de intervención basadas en mindfulness dirigidas a los profesionales por parte de los servicios de salud.

 

José Manuel Morales Serrano

Grupo de Trabajo en Salud Basada en Emociones de la semFYC

 


 

  1. Kabat-Zinn, J. Mindfulness en la vida cotidiana: Dondequiera que vayas, ahí estás. Paidós. 1994
  2. Ruiz, M., Diaz, M. y Villalobos, A. (2012). Manual de intervención cognitivo conductuales. Bilbao: Desclée De Brouwer
  3. J. García-Campayo. La práctica del “estar atento” (mindfulness) en medicina. Impacto en pacientes y profesionales. Aten Primaria., 40 (2008), pp. 363-366.
  4. Tang, YY., Hölzel, B. & Posner, M. The neuroscience of mindfulness meditation.Nat Rev Neurosci 16, 213–225 (2015).
  5. Kabat-Zinn J. Full catastrophe living: Using the wisdom of your body and mind to face stress, pain, and illness. New York: Dell Publishing; 1990.
  6. Baer RA. Mindfulness training as clinical intervention: A conceptual and empirical review. Clinical Psychology: Science and Practice. 2003; 10:125-43.
  7. Bowen S, Chawla N, Marlatt GA. Mindfulness-Based Relapse Prevention for Addictive Behaviors: A Clinician’s Guide. New York, NY: Guilford Press; 2010.
  8. Alberto Barceló-Soler, Alicia Monreal-Bartolomé, Mayte Navarro-Gil, María Beltran-Ruiz, Javier García-Campayo. Mindfulness aplicado a la atención primaria, FMC – Formación Médica Continuada en Atención Primaria.. Vol.25, Núm. 10, 2018, 564-573.
  9. Ortega C, López F. El burnout o síndrome de estar quemado los profesionales sanitarios. Int J Clin Health Psychology. 2004; 4:137–60.
  10. Beddoe AE, Murphy SO. Does mindfulness decrease stress and foster empathy among nursing students? J Nurs Educ. 2004;43:305-12.
  11. Burton A, Burgess C, Dean S, Koutsopoulou GZ, Hugh-Jones S. How Effective are Mindfulness-Based Interventions for Reducing Stress Among Healthcare Professionals? A Systematic Review and Meta-Analysis. Stress Heal. 2017;33:3-13.
  12.  Krasner MS, Epstein RM, Beckman H, Suchman AL, Chapman B, Mooney CJ, et al. Association of an educational program in mindful communication with burnout, empathy, and attitudes among primary care physicians. JAMA. 2009;302:1284-93.
  13. Franco, C. (2010). Reducción de los niveles de estrés y ansiedad en médicos de Atención Primaria mediante la aplicación de un programa de entrenamiento en conciencia plena (mindfulness). Atención Primaria, 42(11), 564–570.
  14. Lamothe M, Rondeau É, Malboeuf-hurtubise C, Duval M, Sultan S. Outcomes of MBSR or MBSR-based interventions in health care providers: A systematic review with a focus on empathy and emotional competencies. Complement Ther Med. 2016;24:19-28.
  15. Grepmair L, Mitterlehner F, Loew T, Nickel M. Promotion of mindfulness in psychotherapists in training: preliminary study. Eur Psychiatry. 2007;22:485-9.
  16. Grepmair L, Mitterlehner F, Loew T, Bachler E, Rother W, Nickel M. Promoting mindfulness in psychotherapists in training influences the treatment results of their patients: a randomized, double-blind, controlled study. Psychother Psychosom. 2007;76:332-8.
  17. Grau A, Flichtentrei D, Suñer R, Prats M, Braga F. Influencia de factores personales, profesionales y transnacionales en el sı́ndrome de burnout en personal sanitario hispanoamericano y español (2007). Rev Esp Salud Pública. 2009;83: 215–30.
  18. García-Campayo J, Aseguinolaza L, Tazón P. El desarrollo de las actitudes humanistas en medicina. Med Clin (Barc). 1998;111: 23-6.
  19. Tejada-Simon, Maria & Lodhi, Sara. Mindfulness in well-being, cognition and learning: benefits on higher education and healthcare professions. Integrative and Complementary Medicine 2022: 7(1). 

 

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