Ante la nueva etapa de desescalamiento, con relación al papel de la Atención Primaria en la pandemia COVID-19, la Sociedad Castellano-Manchega de Medicina de Familia y Comunitaria
EXPONE:
•En primer lugar queremos trasladar nuestro más sentido pésame por todos los fallecidos que ya son más de 23.000 a nivel nacional, más de 2.300 en Castilla-La Mancha y de todos ellos más de 50 sanitarios. Nos unimos al dolor de sus familias y conocidos.
•Con relación a la salud de nuestros profesionales, recordamos a la administración la obligación de proporcionar todas las medidas preventivas a los profesionales esenciales y de primera línea, entre los que se encuentran los sanitarios y personal de Centros de Salud, Hospitales y Residencias Socio-sanitarias. Es imprescindible dotar de material de protección y medidas de diagnóstico precoz a aquellos trabajadores con clínica sugestiva para evitar que puedan contagiar.
•En esta nueva etapa, desde el Ministerio se reclama el papel fundamental de la Atención Primaria, labor que se ha estado realizando desde el inicio con el despistaje y seguimiento de los casos más leves en domicilio y derivando aquellos con pronóstico peor y que precisaban hospitalización, así como aplicando medidas paliativas en los casos necesarios. Esta es y será labor esencial que ha ejercido y seguirá ejerciendo la Atención Primaria en esta pandemia, sin abandonar el seguimiento de otras patologías crónicas o urgentes que se han continuado atendiendo.
•Durante el tiempo de confinamiento se ha realizado atención principalmente telefónica, que ha permitido resolver de forma no presencial casi el 80% de la demanda, evitando así aglomeraciones en los centros sanitarios y disminuyendo por tanto el riesgo de contagio. Así pues, vemos en esto una oportunidad para cambiar la gestión de las consultas en centros de salud y consultorios locales, mediante un filtro telefónico previo que realizaría cada profesional delimitando el tipo de asistencia precisa: telefónica, por correo electrónico, presencial citada con hora, urgente, domiciliaria, u otra forma que el profesional considere oportuna.
•Todo ello implica ofrecer una asistencia domiciliaria cuando sea requerida, que debe de pivotar en los Equipos de Atención Primaria. Para ello se ha de dotar a todos los centros de los recursos necesarios (electrocardiogramas portátiles, medicación para manejo de cuidados paliativos…), con independencia de otros recursos existentes de apoyo.
•También exigimos ante la nueva situación que se presenta, en la que atenderemos los nuevos casos de COVID junto al resto de patología existente, acceso tanto a test rápidos como a realizar PCR desde los centros de salud. Esto permitiría el seguimiento y aislamiento con seguridad de los casos positivos y poder pautar los tratamientos existentes en los casos leves-moderados que se pudieran manejar en el entorno comunitario.
•La mejora de la capacidad resolutiva desde Atención Primaria, permitiendo el acceso a todo el catálogo de pruebas de laboratorio, al igual que al de pruebas de imagen, que se ha solicitado en numerosas ocasiones, permitiría, además de realizar una atención más eficiente, disminuir las interconsultas al nivel hospitalario o que, en caso de realizarlas, que éstas fueran mejor dirigidas, permitiendo en ocasiones realizar tele-consulta con el objeto de evitar más desplazamientos.
•Para garantizar una asistencia de calidad es preciso una plantilla según las necesidades de cada centro sanitario; por ello exigimos que se contrate de forma prolongada a los residentes de medicina familiar y comunitaria que acaban la residencia este año con contratos de larga duración y estables, lo que permitirá reforzar el personal en cada una de las Gerencias.
•Con todo esto creemos que una apuesta real por una Atención Primaria fuerte, de calidad y eficiente es, y será, uno de los pilares de la atención en cualquier situación de crisis sanitaria que se nos presente.
Junta Directiva SCAMFYC